Este descubrimiento no lo robé de ningún diario. Tengo pruebas de que todo lo que estuvo pasando en la Argentina en los últimos meses es un chiste. Una chorrera de gags para alguna película de Hollywood. Como ya no se les ocurren nuevas historias, inventaron un nuevo género: el "reality country". Consiste en mandar a algunos actores a un país, ponerlos en algunos lugares claves y que armen lío a ver qué pasa. Yo ya detecté a uno. Y es... ¡LESLIE NIELSEN!
Caracterizado como...
¡LUCIANO MIGUENS!
¿Qué? ¿No se acuerdan de Leslie Nielsen? Va el afiche de uno de sus grandes éxitos:
Ahora se encuentra trabajando en "La soja desnuda 2 1/2". Muy pronto, en los mejores cines.
viernes, 25 de julio de 2008
domingo, 20 de julio de 2008
¡Estás igual!
Quiero compartir este gran hallazgo del diario Crítica de la Argentina con todos ustedes. Parece que estuvieron revolviendo los archivos fotográficos de la revista Esquiú y encontraron una foto que revela la verdadera identidad de Bombita Rodríguez, el Palito Ortega montonero. Y es...
¡Guillermo Moreno!
jueves, 17 de julio de 2008
Despolarizada
¡Me da miedo! Ojalá que el Néstor, Cris y sus secuaces no inicien una caza de brujas contra los que están en desacuerdo con ellos. Por ahora, sólo sé que ese rostro inyectado en sed de venganza no anticipa nada bueno...
domingo, 13 de julio de 2008
A propósito de la soberbia de quienes se creen con derecho a decir qué es lo que deben pensar los demás
Hoy leí la contratapa de Página 12 escrita por José Pablo Feinman, intitulada "Lo que está en juego" (http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-107733-2008-07-13.html107733-2008-07-13.html). Y el gran filósofo me hizo pensar mucho. He aquí el resultado de mis elucubraciones.
Según la lógica de Feinman, el que no está de acuerdo con el gobierno en el poder, el que piensa diferente, el que tiene una ideología distinta a la dominante (o mejor dicho a la que nos domina), está agrediendo a un gobierno democráticamente elegido. El que no está de acuerdo, según él, pretende subvertir el sistema democrático. Ya oí razonamientos similares alguna vez, así que el de Feinman me genera como un deja vu del nefasto pasado reciente.
Feinman está seguro de que todos los que van a los actos de Cristina lo hacen por propia voluntad. No los llevan. Afirma que debemos creer que la democracia está en peligro porque así lo dicen Roberto “Tito” Cossa, Patricio Contreras, Juan Forn, Octavio Getino, Eduardo “Tato” Pavlovsky, Lorenzo Quinteros, Miguel Rep, Horacio Verbitsky o David Viñas. Y que no debemos creerle al Poder Mediático. Coincido: no hay que creerle al poder mediático, como tampoco tenemos que permitir que nos digan qué pensar. Ni los medios ni Verbitsky ni los intelectuales mencionados tienen la verdad revelada. Tampoco Feinman.
Además, ¿qué es ser un intelectual? ¿Acaso hay personas por encima de todo el resto a quienes haya que seguir irreflexivamente? ¿Pertenecen a algún tipo de especie superior que jamás se equivoca? ¿Son más válidas sus percepciones que las de una persona que trabaja para comer y ve cómo sus sueños están cada vez más lejos mientras desde el Gobierno le dicen que está todo bien?
Por otra parte, Feinman supone que el secretario de Estado de los Estados Unidos ya habló con los líderes de la oposición en nuestro país, quienes le habrían pedido que los ayude a liberarse del actual “gobierno terrorista”. ¿Gobierno terrorista o antinorteamericano? No me hagas reír, Feinman. Los Estados Unidos no consideran a la Argentina kirchnerista como una amenaza, porque de hecho los Kirchner se hicieron pis por sacarse fotos al lado de Bush, como buenos cholulos de feria que son.
Otra curiosidad es que Feinman afirma que el poder agrícola-mediático quiere minar el poder de Cristina. ¿De qué poder está hablando? Porque, es verdad, ella ganó con un altísimo caudal de votos, pero la elección popular no ha sido respetada y es Néstor Kirchner el que sigue gobernando. El mismo Kirchner que ha venido beneficiando a los grandes conglomerados económicos, desde las exportadoras de aceite hasta los empresarios supermillonarios del juego. De redistribución de la riqueza, nada.
¿De qué pareja montonera estás hablando, Feinman? ¿De la que se hizo rica con una mesa de dinero durante los años de plomo? Y ahora viene un pseudo-filósofo como vos a decir que el que no está de acuerdo con Kirchner está de acuerdo con los crímenes de lesa humanidad. Para rematarla, admitís que hay corrupción en el gobierno, pero parece que se trata de una corrupción buena porque viene de gente que se autodenomina de izquierda. Y deslizás que, después de todo, todos han robado y que por lo menos estos roban menos. ¡Y después nos horrorizamos de Barrionuevo!
Es verdad: la democracia está en peligro. Y está en peligro porque Kirchner no entiende cómo es su mecánica o la necesidad de una verdadera división de los poderes o de un Congreso donde todas las ideas estén representadas, donde se debata, donde no se limiten solamente a sacar las leyes tal cual como las quiere Néstor.
Y vos, Feinman, salís a agitar fantasmas y das a entender que es la democracia lo que está en juego. Hace poco también dijiste que cualquier pelotudo tiene un blog y todo el mundo salió a contestarte. A mí me causó gracia, porque me imaginé que en los años duros la existencia del blog hubiera ahorrado a los militantes muchas noches en vela al lado del mimeógrafo para imprimir panfletos. Tenés razón, Feinman, hoy cualquier pelotudo tiene un blog y puede darse el gusto de opinar libremente sobre lo que se le ocurra. Y cualquier pelotudo se cree un filósofo. Como vos.
Aquí arriba, el gran filósofo le pone palabras al retorcido pensamiento de su rey. La muñeca Cristina, observa y calla.
Según la lógica de Feinman, el que no está de acuerdo con el gobierno en el poder, el que piensa diferente, el que tiene una ideología distinta a la dominante (o mejor dicho a la que nos domina), está agrediendo a un gobierno democráticamente elegido. El que no está de acuerdo, según él, pretende subvertir el sistema democrático. Ya oí razonamientos similares alguna vez, así que el de Feinman me genera como un deja vu del nefasto pasado reciente.
Feinman está seguro de que todos los que van a los actos de Cristina lo hacen por propia voluntad. No los llevan. Afirma que debemos creer que la democracia está en peligro porque así lo dicen Roberto “Tito” Cossa, Patricio Contreras, Juan Forn, Octavio Getino, Eduardo “Tato” Pavlovsky, Lorenzo Quinteros, Miguel Rep, Horacio Verbitsky o David Viñas. Y que no debemos creerle al Poder Mediático. Coincido: no hay que creerle al poder mediático, como tampoco tenemos que permitir que nos digan qué pensar. Ni los medios ni Verbitsky ni los intelectuales mencionados tienen la verdad revelada. Tampoco Feinman.
Además, ¿qué es ser un intelectual? ¿Acaso hay personas por encima de todo el resto a quienes haya que seguir irreflexivamente? ¿Pertenecen a algún tipo de especie superior que jamás se equivoca? ¿Son más válidas sus percepciones que las de una persona que trabaja para comer y ve cómo sus sueños están cada vez más lejos mientras desde el Gobierno le dicen que está todo bien?
Por otra parte, Feinman supone que el secretario de Estado de los Estados Unidos ya habló con los líderes de la oposición en nuestro país, quienes le habrían pedido que los ayude a liberarse del actual “gobierno terrorista”. ¿Gobierno terrorista o antinorteamericano? No me hagas reír, Feinman. Los Estados Unidos no consideran a la Argentina kirchnerista como una amenaza, porque de hecho los Kirchner se hicieron pis por sacarse fotos al lado de Bush, como buenos cholulos de feria que son.
Otra curiosidad es que Feinman afirma que el poder agrícola-mediático quiere minar el poder de Cristina. ¿De qué poder está hablando? Porque, es verdad, ella ganó con un altísimo caudal de votos, pero la elección popular no ha sido respetada y es Néstor Kirchner el que sigue gobernando. El mismo Kirchner que ha venido beneficiando a los grandes conglomerados económicos, desde las exportadoras de aceite hasta los empresarios supermillonarios del juego. De redistribución de la riqueza, nada.
¿De qué pareja montonera estás hablando, Feinman? ¿De la que se hizo rica con una mesa de dinero durante los años de plomo? Y ahora viene un pseudo-filósofo como vos a decir que el que no está de acuerdo con Kirchner está de acuerdo con los crímenes de lesa humanidad. Para rematarla, admitís que hay corrupción en el gobierno, pero parece que se trata de una corrupción buena porque viene de gente que se autodenomina de izquierda. Y deslizás que, después de todo, todos han robado y que por lo menos estos roban menos. ¡Y después nos horrorizamos de Barrionuevo!
Es verdad: la democracia está en peligro. Y está en peligro porque Kirchner no entiende cómo es su mecánica o la necesidad de una verdadera división de los poderes o de un Congreso donde todas las ideas estén representadas, donde se debata, donde no se limiten solamente a sacar las leyes tal cual como las quiere Néstor.
Y vos, Feinman, salís a agitar fantasmas y das a entender que es la democracia lo que está en juego. Hace poco también dijiste que cualquier pelotudo tiene un blog y todo el mundo salió a contestarte. A mí me causó gracia, porque me imaginé que en los años duros la existencia del blog hubiera ahorrado a los militantes muchas noches en vela al lado del mimeógrafo para imprimir panfletos. Tenés razón, Feinman, hoy cualquier pelotudo tiene un blog y puede darse el gusto de opinar libremente sobre lo que se le ocurra. Y cualquier pelotudo se cree un filósofo. Como vos.
Aquí arriba, el gran filósofo le pone palabras al retorcido pensamiento de su rey. La muñeca Cristina, observa y calla.
viernes, 11 de julio de 2008
Chapeau a los titulares de Minuto Uno
Detesto a Chiche y mucho más el hecho de que haya despedido a varios periodistas de su blog. Si andan sueltos por ahí, contrátenlos: son muy creativos. Porque por más que deteste a Chiche, confieso que los titulares de minutouno.com consiguen que me divierta aún con temas que ni siquiera me interesan. Como muestra basta este botón:
Insólito: La Tota se disfrazó de Kiss pero parecía Kung Fu Panda
lunes, 7 de julio de 2008
Infiltrada
Noticias llegadas desde el Vaticano me han dado una gran idea. Resulta que un tipo se disfrazó de cura para colarse en un confesionario de la Basílica de San Pedro y escuchar los secretos más íntimos de la gente. Lo sacaron antes de que consiguiera su cometido, sin embargo ya había logrado hacerlo en otras oportunidades en otras iglesias. La noticia salió en el diario La Stampa, de Turín.
Esto me inspiró para disfrazarme de peronista e infiltrarme entre los militantes K de la plaza Congreso, antes de que desarmaran sus carpas, para escuchar sus más oscuros secretos y planes. ¿Cómo disfrazarse de peronista? Es muy fácil: dentro del movimiento hay tantas corrientes tan irreconciliables entre sí que poco importa el disfraz. Bien podés usar uno de piquetero, sindicalista, moderno de Palermo y/o nuevo rico. Yo probé varios disfraces, como lo demuestran las fotos que ilustran esta entrada.
¿Cuál elegí? Poco importa, lo que sí interesa es que funcionó y he aquí algunos de mis descubrimientos:
1- En un breve descanso, Miguel Bonasso se paseó por la plaza quejándose de haber tenido que trabajar dos semanas seguidas en el Congreso. Esto de ser diputado oficialista debe ser durísimo!
2- Los chicos de la CAMpORRA dieron varias conferencias de prensa. Leían un comunicado y después tiraban papelitos y canturreaban cánticos propios de la liturgia peronista. Eso sí, no respondían preguntas. Qué chicos comprometidos.
3- Los piquelías (piqueteros de Luis D'Elía) se quejaban porque cada vez tienen que hacer más esfuerzo por los 150 pesos mugrosos del plan jefas y jefes de hogar.
3- Acero Kali y sus amigos morenísimos fueron a prepotear a los de la carpa del campo diciendo que si no se dejaban de joder cortaban todos los subsidios truchos que andan repartiendo por ahí.
4- Alberto andaba llorando porque su jefe don pingüino ya no le contesta los poemas y canciones que le manda por mail.
5- Estuvo doña Nilda, alias María Begoña, para apoyar "como militante" a los muchachos. Estaba feliz, con tantos carteles setentistas, se sintió como en sus días de juventud. De paso, aprovechó para dejarle algunos mensajitos a los diputados más díscolos. "Pónganlas (a las retenciones) o se las vamos a poner nosotros a ustedes".
En cualquier caso, recolecté información valiosísima para el diseño de la cura para evitar una nueva generación peroncha.
Dicho sea de paso, también descubrí que fue una pérdida de tiempo llevar disfraz para infiltrarme. Nadie hubiera notado mi presencia si hubiera ido tal como soy. Después de todo, el peronismo es una bolsa de gatos.
Esto me inspiró para disfrazarme de peronista e infiltrarme entre los militantes K de la plaza Congreso, antes de que desarmaran sus carpas, para escuchar sus más oscuros secretos y planes. ¿Cómo disfrazarse de peronista? Es muy fácil: dentro del movimiento hay tantas corrientes tan irreconciliables entre sí que poco importa el disfraz. Bien podés usar uno de piquetero, sindicalista, moderno de Palermo y/o nuevo rico. Yo probé varios disfraces, como lo demuestran las fotos que ilustran esta entrada.
¿Cuál elegí? Poco importa, lo que sí interesa es que funcionó y he aquí algunos de mis descubrimientos:
1- En un breve descanso, Miguel Bonasso se paseó por la plaza quejándose de haber tenido que trabajar dos semanas seguidas en el Congreso. Esto de ser diputado oficialista debe ser durísimo!
2- Los chicos de la CAMpORRA dieron varias conferencias de prensa. Leían un comunicado y después tiraban papelitos y canturreaban cánticos propios de la liturgia peronista. Eso sí, no respondían preguntas. Qué chicos comprometidos.
3- Los piquelías (piqueteros de Luis D'Elía) se quejaban porque cada vez tienen que hacer más esfuerzo por los 150 pesos mugrosos del plan jefas y jefes de hogar.
3- Acero Kali y sus amigos morenísimos fueron a prepotear a los de la carpa del campo diciendo que si no se dejaban de joder cortaban todos los subsidios truchos que andan repartiendo por ahí.
4- Alberto andaba llorando porque su jefe don pingüino ya no le contesta los poemas y canciones que le manda por mail.
5- Estuvo doña Nilda, alias María Begoña, para apoyar "como militante" a los muchachos. Estaba feliz, con tantos carteles setentistas, se sintió como en sus días de juventud. De paso, aprovechó para dejarle algunos mensajitos a los diputados más díscolos. "Pónganlas (a las retenciones) o se las vamos a poner nosotros a ustedes".
En cualquier caso, recolecté información valiosísima para el diseño de la cura para evitar una nueva generación peroncha.
Dicho sea de paso, también descubrí que fue una pérdida de tiempo llevar disfraz para infiltrarme. Nadie hubiera notado mi presencia si hubiera ido tal como soy. Después de todo, el peronismo es una bolsa de gatos.
jueves, 3 de julio de 2008
Mientras medito el remedio antiP y antiK
Estoy trabajando arduamente en la cura para evitar que su hijo se haga peronista, invalorable herramienta que impedirá que crezcan nuevas generaciones peronchas en la Argentina. Para eso me estoy documentando. Comparto con ustedes parte de mi material de trabajo, para que lo vean mientras esperan que publique la solución a nuestros problemas, muy pronto, en este mismo batiblog.
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