lunes, 7 de julio de 2008

Infiltrada

Noticias llegadas desde el Vaticano me han dado una gran idea. Resulta que un tipo se disfrazó de cura para colarse en un confesionario de la Basílica de San Pedro y escuchar los secretos más íntimos de la gente. Lo sacaron antes de que consiguiera su cometido, sin embargo ya había logrado hacerlo en otras oportunidades en otras iglesias. La noticia salió en el diario La Stampa, de Turín.
Esto me inspiró para disfrazarme de peronista e infiltrarme entre los militantes K de la plaza Congreso, antes de que desarmaran sus carpas, para escuchar sus más oscuros secretos y planes. ¿Cómo disfrazarse de peronista? Es muy fácil: dentro del movimiento hay tantas corrientes tan irreconciliables entre sí que poco importa el disfraz. Bien podés usar uno de piquetero, sindicalista, moderno de Palermo y/o nuevo rico. Yo probé varios disfraces, como lo demuestran las fotos que ilustran esta entrada.
¿Cuál elegí? Poco importa, lo que sí interesa es que funcionó y he aquí algunos de mis descubrimientos:
1- En un breve descanso, Miguel Bonasso se paseó por la plaza quejándose de haber tenido que trabajar dos semanas seguidas en el Congreso. Esto de ser diputado oficialista debe ser durísimo!
2- Los chicos de la CAMpORRA dieron varias conferencias de prensa. Leían un comunicado y después tiraban papelitos y canturreaban cánticos propios de la liturgia peronista. Eso sí, no respondían preguntas. Qué chicos comprometidos.
3- Los piquelías (piqueteros de Luis D'Elía) se quejaban porque cada vez tienen que hacer más esfuerzo por los 150 pesos mugrosos del plan jefas y jefes de hogar.
3- Acero Kali y sus amigos morenísimos fueron a prepotear a los de la carpa del campo diciendo que si no se dejaban de joder cortaban todos los subsidios truchos que andan repartiendo por ahí.
4- Alberto andaba llorando porque su jefe don pingüino ya no le contesta los poemas y canciones que le manda por mail.
5- Estuvo doña Nilda, alias María Begoña, para apoyar "como militante" a los muchachos. Estaba feliz, con tantos carteles setentistas, se sintió como en sus días de juventud. De paso, aprovechó para dejarle algunos mensajitos a los diputados más díscolos. "Pónganlas (a las retenciones) o se las vamos a poner nosotros a ustedes".

En cualquier caso, recolecté información valiosísima para el diseño de la cura para evitar una nueva generación peroncha.
Dicho sea de paso, también descubrí que fue una pérdida de tiempo llevar disfraz para infiltrarme. Nadie hubiera notado mi presencia si hubiera ido tal como soy. Después de todo, el peronismo es una bolsa de gatos.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJAJA BRILLANTE!!!!!!222

Anónimo dijo...

Cassia: Que trabajo tan audaz y además paciente porque hay que tener ganas de escuchar todas las consignas boludas que andan repitiendo, como chicos de primer grado.
No se te pararon los pelos del cuello cuando viste a Acero Kali y a Moreno juntos?
Esperamos alguna solución a este viejo problema!

C. Alexander dijo...

Wonder, estoy aquí para servir a mis lectores. Morocha: sí, se me pusieron los pelos de punta y estuve a punto de rugirles y mostrarles los dientes a todos. Pero en vez de eso, aproveché para robarle unos choricitos a los K que estaban haciendo asado en la calle, justo al lado de donde tenían que parar los colectivos para que suba la gente.

Anónimo dijo...

jajajajaajajajaj!!! cassia, esas fotos que pusiste me hicieron perder el hilo de la lectura. casi me agarra un pico de glucemia con tanto gatito precioso!

Anónimo dijo...

El gato con la bolsa en la cabeza es lo más. Tenía ganas de disfrazar a alguno de los míos, pero ellos jamás lo hubieran permitido... Son un poco revoltosos.

Criatura del pantano dijo...

Hola, que tal?
Vengo desde los comentarios de "La peleadora".
Yo pienso que si querés inmiscuirte entre los "K" de la carpa, no es necesario que uses disfrazes de gatitos. Para parecer uno más, es un uniforme a rayas horizontales blancas y negras, lo que sea con una lata en la mano, o algo de denote "criminalidad, o pinta de chorro" (si es que semejante objetivo lombrosiano fuera posible).
Saludos.

Anónimo dijo...

Bienvenido, Lev. Voy a tomar en cuenta la sugerencia. Aunque me parece que los verdaderos k ni siquiera se molestan en usar un disfraz verosímil, total la gente que les quiere creer está tan ciega que le digan lo que le digan se lo traga.